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Los WhatsApp entre un policía y el disidente de las FARC buscado por matar al equipo periodístico de Ecuador

El Guacho, a quien se le atribuye ordenar el asesinato del equipo del diario El Comercio y el de cuatro militares, además del secuestro de otras personas, mantuvo contacto telefónico con un alto jefe policial de Ecuador que trabajaba en la frontera con Colombia.

Quito, Ecuador.- El disidente de las FARC Walter Patricio Arizala Vernaza, alias Guacho, buscado por el secuestro y asesinato del equipo periodístico ecuatoriano en la frontera entre Ecuador y Colombia, mantuvo contacto telefónico y por WhatsApp con un alto jefe policial de Ecuador, que trabajaba en la frontera. Este oficial, que ya fue removido de la zona, entregó reportes a la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD) y estos son parte de la investigación que adelanta la Fiscalía de Ecuador alrededor de los hechos violentos ocurridos en la frontera entre Ecuador y Colombia.

Las comunicaciones entre Guacho y el policía se iniciaron en noviembre de 2017, tras la detención de los primeros colaboradores de los disidentes colombianos dedicados al narcotráfico. El mismo Guacho y otro disidente que se identifica como Andrés Sinesterra escriben al oficial de policía para exigir la libertad de los suyos y una reunión con algún “delegado” del gobierno para llegar a un acuerdo. Las amenazas contra el país son latentes en cada mensaje. Se habla de colocar bombas y secuestrar a elementos de la Fuerza Pública.

La primera advertencia se cumplió el 27 de enero, cuando explotó un coche bomba en el cuartel de Policía de San Lorenzo, una de las poblaciones fronterizas del lado de Ecuador. No hubo muertos, pero sí una veintena de heridos. En los chats posteriores entre Guacho y el policía, se le pide detener los atentados mientras se gestiona la reunión anhelada.

Sin embargo, Guacho sigue con una serie de ataques a patrullas militares y policiales y el Estado ecuatoriano aumenta la presión policial y militar en la zona para dar con sus pasos. El allanamiento a la casa de su madre en Mataje, la última población ecuatoriana antes de cruzar a Colombia, lo llena de cólera y así lo expresa en un chat con el policía que dura casi una hora, el 16 de marzo, cuando todavía no había ocurrido el secuestro de los periodistas.

Esta es la reproducción de esos mensajes:

Para terminar esta conversación, el policía le pide un fin de semana para hallar a otro delegado, pero solo consigue más amenazas y el pedido de desmilitarizar la frontera, a lo que el policía le dice que eso no depende de él.

Guacho termina con una sentencia: “Por cada cosa que se le robaron a mi familia le voy a mandar hacer un atentado, hasta por lo mínimo que se hayan llevado”, afirmaba en un mensaje cargado de insultos y faltas de ortografía (en este texto han sido corregidas para facilitar la comprensión del mensaje). “Píntela como sea. Ya estoy perdiendo la paciencia y civiles que le coja en la frontera se los mato (…) Dígame que estoy perdiendo la paciencia, que le de un fin de semana”.

Pasado el fin de semana, el 18 de marzo, el disidente Andrés Sinesterra vuelve a tomar contacto con el policía y vuelve a recibir largas. Luego, Guacho vuelve a mensajear al policía antes del 20 de marzo, día en el que una nueva bomba se lleva la vida de cuatro militares.

Antes de ese atentado, el disidente de las FARC se queja ante el agente que mientras él le pide que no ataque no le asegura que la policía no va a atacar a sus hombres. “Asegúrame eso y paramos un cese al fuego. Otra cosita tiene que devolverme mis detenidos y desacordar el acuerdo que tienen con Colombia (…) No quiso buscar un mecanismo de diálogo. Ahora me gusta que hablen de fuerza. Mañana te voy a demostrar lo que pueda pasar en ese país”.

Los argumentos finales del policía es que piense que es ecuatoriano y que su familia está en Ecuador. Pero nada parece convencerlo.

Fuente: Univision 

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